Miopía

¿Cómo se examina la miopía?

Por lo general, el oftalmólogo o el óptico hace un examen de la visión. La miopía se examina con optotipos a una distancia de cinco a seis metros. Primero se tapa el ojo izquierdo y el derecho se comprueba sin lente y, después, con una lente correctora. A continuación, el procedimiento se repite con el otro ojo.

Si la prueba indica que hay miopía, entonces es recomendable acudir al oftalmólogo. Él determinará si existen otras enfermedades o alteraciones en el ojo y, dado el caso, las tratará.

¿Cómo se trata la miopía?

Existen tres posibilidades para tratar la miopía. Con gafas, con lentes de contacto y con una intervención quirúrgica. Una gafa para miopes desplaza el punto en el que los objetos lejanos se enfocan con nitidez, de modo que se encuentra directamente en el nivel de la córnea. Para ello se utilizan lentes cóncavas con un poder de refracción negativo.

Quienes no quieren o no pueden llevar gafas o lentes de contacto, pueden operarse. En esta intervención se utiliza cada vez más el láser. La operación con láser para la corrección de la miopía que más se utiliza en la actualidad es la llamada LASIK (queratomileusis in situ con láser). Un requisito importante para una operación LASIK es que la córnea tenga un espesor suficiente. Además, la agudeza visual no debe haber sufrido un cambio importante en los últimos meses.

Si se tiene una miopía de alto grado y la córnea no tiene suficiente espesor, los oftalmólogos pueden implantar un cristalino artificial. Estas lentes se llaman ICL (lentes intraoculares). Esta intervención se hace preferentemente en los pacientes más jóvenes. En los pacientes de más edad, la miopía se suele corregir en el marco de una operación de cataratas. Aquí, el cristalino no se sustituye por una lente artificial.